Uno de los productos favoritos de la bollería tradicional española es la ensaimada mallorquina, por su esponjosidad, dulzura y ligereza, presente en desayunos, postres o meriendas.
Tanto es así que en 2022 se consumieron en España en torno a 4,2 millones de ensaimadas, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
Existen varias teorías de su origen, algunos historiadores apuntan que se originó en la Antigua Grecia, otros mencionan que proviene de la cultura judía e incluso otros sugieren que podría tener influencias árabes.
La palabra ensaimada proviene de la palabra catalana saïm que significa manteca de cerdo, uno de los ingredientes principales de este dulce. La preparación tradicional incluye harina, agua, azúcar, huevos, levadura y manteca de cerdo. La masa se enrolla en forma de espiral, lo que le da su característica forma, se hornea y se espolvorea con azúcar glas.
Aunque son típicas de Mallorca, se consumen en todo el territorio nacional y también son apreciadas a nivel internacional. Este bollo ha ido evolucionando y uno de sus grandes momentos fue añadirle relleno. Actualmente existen versiones de relleno muy variadas, desde las rellenas de cabello de ángel, chocolate, crema, nata, albaricoque o higos hasta las de sobrasada, dependiendo de la época del año. No obstante, las más demandadas son las clásicas.
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